viernes, 26 de septiembre de 2014

AYUDA PSICOLÓGICA PARA CUIDADORES


Según los datos de estimación sobre el tipo de apoyo que reciben en España la población mayor no institucionalizada, indican que un 77'5% de esta población recibe solo cuidados informales.
La LAPAD define los cuidados informales, como la atención prestada a personas en situación de dependencia en el domicilio por personas de la familia o su entorno no vinculadas a servicios de atención profesionalizada.
Según los datos consultados, encontramos principalmente como figura de cuidador principal la pareja.Lo más común es que sea la mujer en relación a menor edad y mayor esperanza de vida la cuidadora en el binomio mujer cuidadora de marido receptor de cuidados.
La segunda línea de elección la constituyen los hijos, y entre los hijos, las hijas en relación con la división tradicional de roles. los hijos varones suelen asumir el cuidado cuando no hay hijas disponibles y con frecuencia lo hacen con la ayuda de sus parejas, incluso delegando en ellas.
El cuidado de una persona mayor en situación de dependencia requiere numerosas tareas, en constante cambio, por largo tiempo, lo que produce una gran carga emocional, pues no es fácil para el cuidador ver el deterioro de sur ser querido.
El cuidado de personas dependientes y especialmente las que tienen demencia, se ha venido considerando como una situación paradigmàtica de estrés crónico. Esta situación puede acabar produciendo en el cuidador problemas emocionales, sociales y físicos. Es frecuente que experimente sentimientos tales como depresión, ira, ansiedad, además de los problemas físicos en relación a los sentimientos, y también relacionados con la propia tarea del cuidador  (movilización de la persona mayor). Sin embargo la situación de estrés crónico puede aliviarse  por los recursos personales del cuidador, es decir en  como afronta y intenta solucionar las diversas situaciones del cuidado diario y el apoyo social con el que cuenta.

Entre los efectos emocionales del cuidado que se suelen producir, están los siguientes:

1) Problemas del estado de ánimo y síntomas depresivos
2) Problemas y síntomas de ansiedad
3) Ira y hostilidad con sentimientos de irritación (ante el mayor y ante la situación que está viviendo).

La carga del cuidador

El término para referirse al estado emocional del cuidador es el de carga y sobrecarga. En el concepto de carga podemos delimitar dos aspectos diferenciados del concepto como son la carga objetiva y la carga subjetiva. 

La carga objetiva es el conjunto de actividades y demandas a las que tienen que atender los cuidadores.
La carga subjetiva hace referencia a la propia percepción que tienen los cuidadores al sentirse superados,resentidos,atrapados,desconcertados y desbordados y de las propias habilidades que tiene el cuidador para hacer frente a la situación.

Cuidando a los que cuidan

Para conocer el estado del cuidador es necesario que los profesionales de la salud tengan las habilidades necesarias para poder detectar a los cuidadores en riesgo ya que normalmente estos acuden como acompañantes o mediadores en la atención a la persona mayor.
Después de la detección y tomando como punto de partida el modelo de estrés del cuidador de Pearlin et al.(1990) y siguiendo las recomendaciones de la propia Family Cargiver Alliace y INTERDEM, en la evaluación del cuidador, se habrá de obtener la siguiente información :
  • Contexto
  • Estresores
  • Evaluación de los estrresores
  • variables mediadoras
  • Resultados. En este apartado se valorará el estado emocional y físico del cuidador, su bienestar general (incluyendo medidas de ansiedad, depresión, calidad de vida,adaptación psicosocial y consumo de psicofarmacos).

Necesidades del cuidador
Las necesidades del cuidador son numerosa y diversas pero no son constantes a lo largo del proceso de cuidado y que van aumentando con el progresivo deterioramiento del paciente. Por ello antes de intervenir con el cuidador es necesario detectar las necesidades que tiene en un momento determinado e ir re-evaluándolas a lo largo del proceso del cuidado.
  • Necesidad de apoyo en cuidados médicos.
  • Necesidad de respiro o ayuda.
  • Necesidad de formación.
  • Mejoría y control de la conducta de la persona mayor.
  • Necesidad de reconocimiento.
  • Necesidad de cuidarse a si mismo.El cuidador ha de manejar adecuadamente sus propios sentimientos y que sea capaz de  mantener el bienestar en la difícil situación que está viviendo.Para conseguirlo es necesario recurrir a intervenciones psicoterapéuticas aplicadas por profesionales especializados.Suelen ser paquetes terapéuticos, aplicados en formato individual o, grupal, con una variación durable que suele oscilar entre las 8 y 10 semanas. Estas intervenciones estarían indicadas sólo para cuidadores en riesgo previa evaluación  y detección.





Referencias: FOCAD
http://www.fpmaragall.org/

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